La corrupción no solo roba dinero; roba futuro. Daña la confianza de los ciudadanos, frena el desarrollo y debilita la legitimidad del Estado. En muchos países africanos, incluyendo Guinea Ecuatorial, el problema no es la falta de recursos, sino la mala gestión y el desvío sistemático de fondos públicos. Pero hay una solución que los corruptos temen: la digitalización.
En muchos países del mundo, especialmente en contextos donde las instituciones aún son frágiles, la corrupción y la mala gestión empresarial siguen siendo obstáculos serios para el desarrollo.
En un mercado cada vez más digitalizado, estar presente en internet ya no es una opción, sino una necesidad. Sin embargo, no basta con tener un perfil en redes sociales o una web. Las empresas necesitan estar donde los clientes buscan, y ahí es donde los directorios digitales juegan un papel fundamental."